lunes, 21 de enero de 2013

CREACIONES LITERARIAS


CREACIONES LITERARIAS: DIÁLOGO TEATRAL, PROSA Y VERSO


DIÁLOGO TEATRAL


A la hora de recomendar la edad a la que va dirigido el texto me encuentro ante una duda, porque por un lado puede ser atractivo para niños de 3 y 4 años, pero por otro lado, por los valores que resalta: el esfuerzo por alcanzar tus sueños, ser tú mismo pese a las circunstancias… puede recomendarse para niños de más edad, incluso para jóvenes y adultos. Así que, ante la duda, mejor que sea el lector quien decida.


EL GUSANITO

(Estamos en mitad del campo. A nadie se ve. Entra Gusanito que se arrastra por el suelo, lentamente).
(Cada vez que el Gusanito entra en escena, la atraviesa en su totalidad y sale por el extremo opuesto al que entró).

(Cuando lleva un rato con su avance, y desde el otro extremo entra Saltamontes, que se acerca al primer personaje).

SALTAMONTES.-

Hola pequeño, ¿hacia dónde vas?

GUSANITO.-

Anoche tuve un sueño.

SALTAMONTE.-

No está mal para ser un gusano. ¿Y…?

GUSANITO.-

En el sueño estaba en lo alto de la gran montaña y veía todo el valle. Fue todo tan bonito, que he decido ir hasta la montaña y realizar mi sueño.

SALTAMONTES.-

Estás loco, pequeñajo; la gran montaña está muy lejos y tú eres diminuto.

GUSANITO.-

(Comienza a caminar de nuevo).

Llegaré si me esfuerzo lo suficiente.

SALTAMONTES.-

¿No te das cuenta de que es imposible? Una simple piedra será una montaña inmensa y un agujero en el suelo será un valle imposible de cruzar.

GUSANITO.-

Tengo que intentarlo.

(Sale Gusanito).

SALTAMONTES.-

¡Estás loco, gusano!

(El Saltamonte sale por el centro).

(Vuelve a entrar el Gusanito, lentamente).

ESCARABAJO.-

(En off, cuando Gusanito lleva un rato con su acción de avanzar).

¿Se puede saber a dónde vas?

GUSANITO.-

Hacia la gran montaña.

(Entra el Escarabajo).

ESCARABAJO.-

La gran montaña, es muy grande y está lejos, muy lejos.

GUSANITO.-

Tuve un sueño y en él yo llegaba a la gran montaña.

ESCARABAJO.-

Los sueños, sueños son; gusano loco.

GUSANITO.-

Prefiero ser loco que estar todo el día con la cara hacia abajo. Adiós escarabajo.

(Sale Gusanito).

ESCARABAJO.-

¿Y qué tiene de malo mirar hacia abajo? Así ves lo que está en el suelo.

(Mira en la dirección en la que salió el gusano).

Pobre gusanito loco.

(Sale por el centro).

(Entran una Rana y el Saltamontes).

RANA.-

No te puedo creer.

SALTAMONTES.-

Yo salto y salto, pero nunca miento, ni lo intento.

(Entra Gusanito, con su esfuerzo, y se le ve más cansado).

Mira, ahí viene.

RANA.-

(Que se acerca a Gusanito).

¿Es cierto que quieres llegar a la gran montaña para poder ver todo el valle?

GUSANITO.-

Ese es mi sueño.

SALTAMONTES.-

¿Está loco o no lo está?

RANA.-

Nunca llegarás. Eres más pequeño que yo y yo jamás lo he intentado.

GUSANITO.-

Y si no lo has intentado, ¿cómo sabes que no llegaré?

SALTAMONTES.-

¿Te dije o no te dije?

RANA.-

No lo he intentado porque soy razonable.

GUSANITO.-

Dejadme. Es mi sueño.

(Sale Gusanito).

RANA.-

Mi sueño es comerme una mosca tan grande como un saltamontes.

SALTAMONTES.-

¿No querrás comerme, verdad?

RANA.-

No eres una mosca.

SALTAMONTES.-

Pero soy tan grande como un saltamontes.

RANA.-

Porque eres un saltamontes.

SALTAMONTES.-

Como intentes comerme, te monto una plaga.

RANA.-

Me estás dando sueño.

SALTAMONTES.-

¿También tu tienes un sueño?

RANA.-

(Qué ríe).

Esa si que es buena… ¡Un sueño!

SALTAMONTES.-

(Ríe. Imita al Gusanito).

Dejadme. Es mi sueño.

RANA.-

Que se convertirá en su pesadilla.

(Salen ambos con sus risas).

(Entra Gusanito que avanza por la escena hasta llegar al centro de la misma, lugar en el que se detiene un instante).

GUSANITO.-

Estoy muy cansado… Muy cansado. Debo seguir. Mi sueño es mío y prefiero morir antes que dejar de intentarlo.

(Sigue avanzando hasta que sale de escena).

(Durante un tiempo en el que la escena permanece vacía, suenan truenos y si existieran posibilidades técnicas la escena se iluminará, como si resplandecieran los rayos en ella).

(Entran Rana y Saltamontes).

RANA.-

¡Menuda tormenta!

SALTAMONTES.-

La mayor que hemos tenido nunca.

RANA.-

¿Qué habrá sido del gusano loco?

SALTAMONTES.-

Ya te puedes imaginar…

(Entra Escarabajo).

ESCARABAJO.-

¿Sabéis algo del gusanito que tenía un sueño?

RANA y SALTAMONTES.-

Ya te puedes imaginar…

ESCARABAJO.-

Yo no imagino nada. Soy un escarabajo y sólo miro hacia abajo.

RANA.-

Seguro que algún día, encontrarás su cuerpito enterrado en el barro.

ESCARABAJO.-

¿Creéis que ha muerto?

RANA.-

Ya te puedes imaginar…

ESCARABAJO.-

Precisamente por imaginar cosas ha muerto ese gusano. Lo mejor es tener siempre los pies en el suelo, y a ser posible también la cara.

SALTAMONTES.-

Cada uno debe conformarse con lo que le ha tocado en suerte.

RANA.-

La vida es como es, y ningún gusano la cambiará jamás.

(Escuchamos unas risas de alegría).

(Volando sobre los tres personajes entra una Mariposa, que cuando habla, reconocemos por su voz que es el Gusanito que se ha transformado en mariposa).

MARIPOSA.-

¡Puedo volar!, ¡ahora alcanzaré mi sueño!

RANA.-

¡El gusano se ha vuelto mariposa!

ESCARABAJO.-

¡Qué poca vergüenza!, si uno es gusano, siempre debe seguir siéndolo.

MARIPOSA.-

¡Adiós amigos!, la montaña me espera. Un nuevo mundo se abre ante mí.

(Sale Mariposa).

ESCARABAJO.-

¡No sigas adelante; volverás a morir!

RANA.-

Los jóvenes creen que con volar se arregla todo.

SALTAMONTES.-

¡Si tienes los pies en el suelo, estarás siempre seguro!

(Una red inmensa atrapa a los tres personajes).

NIÑO.-

Mamá, he atrapado a tres bichos.

MADRE.-

¿Y qué vas a hacer con ellos?

NIÑO.-

Los meteré en una caja.

(Sale la red con los tres personajes).

MADRE.-

¡Bichos!, ¿cuándo sentarás la cabeza?

(La Mariposa atraviesa la escena y sale).

Fin



PROSA

Estrategia: El cuento de las 6 preguntas:

             ¿Quién?:  Manolo.
 ¿Dónde?: Rumbo a Hawai.
¿Qué hacía?:  Leer un libro.
¿Qué dijo?: Le faltaba un cómic.
¿Qué le decían?: <Deseo cumplido> .
¿Cómo terminó?: Con  magia.


Manolo y el libro de los magos.

Había una vez un niño llamado Manolo que estaba con sus padres en un crucero rumbo a Hawai. A Manolo le entraron unas ganas tremendas de leer un libro que traía consigo llamado "El libro de los magos". Se decía que si lo abrías por la página que decía "Los magos pidieron un deseo" y pedías un deseo, se hacia realidad. Manolo no se lo creía. Llegó a la página donde ponía "los magos pidieron un deseo", en ese mismo momento se dio cuenta de que ya estaba llegando a Hawai, y Manolo dijo: que ganas de llegar... En ese mismo instante, el libro empezó a brillar, y por arte de magia  llegaron ya a Hawai y se oyó una voz del libro diciendo "1º deseo cumplido", Manolo no la oyó. Ya estaban en el hotel deshaciendo las maletas, y Manolo se dio cuenta de que le faltaba un cómic. El viento abrió el libro de los magos por la página que decía "los magos pidieron un deseo", en ese mismo instante, Manolo dijo: ¡Me he olvidado el cómic! ojalá estuviera aquí. Entonces, el libro volvió a brillar. El cómic cayó al suelo y Manolo se quedó alucinado, en ese mismo momento, se oyó otra voz diciendo "2º deseo cumplido". Después fueron a la playa y Manolo vio a un niño que se estaba ahogando en el agua y el socorrista no podía hacer nada. Entonces, dijo Manolo: El libro es el único remedio, entonces, Manolo abrió el libro por donde estaba la frase y dijo: "Deseo que ese niño se salve". Entonces, el libro volvió a brillar y el niño salió sano y salvo del agua y se oyó una voz que decía: "3º deseo cumplido". Y si este cuento con magia te ha gustado, lo siento mucho pero se ha acabado.



VERSO

CON LA ESPALDA HECHA TRIZAS


En una foto en blanco y negro
veo mi extraño esqueleto
y el médico me dice que por eso
estoy que no me tengo.

Con la columna hecha un rollo,
más retorcida que un ocho,
voy andando del revés,
tan tiesa como Pinocho.

No podré solucionar
lo que de pequeña empecé,
y siempre tendré que estar
cayendo por dar traspiés.

Al revés estar sentada
torcida como ensaimada,
sin poder mirar al frente,
ni ver la cara a la gente.

El espejo no veré
ni me miraré los pies,
por esa mala afición
de sentarme del revés.


He hecho este verso para niños. Los niños podrán sacar sus propias conclusiones acerca de cómo deberían sentarse siempre en la clase, si no quieren padecer el dolor de esta niña.

1 comentario:

  1. Bien. Estupendos la prosa y el teatro el poema, aparte de estar rimado "de aquella manera", es paraliterario.

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