REFLEXIÓN
DEL BLOQUE IV
En este bloque he podido estudiar e interiorizar las
formas y maneras que hay que conseguir para llevar a cabo una correcta lectura
en las aulas. Cuando yo estaba en primaria, lo que recuerdo era leer siempre en
voz alta y una frase cada uno. Desde mi punto de vista, era una muy mala forma
de empezar los días ya que, en una semana, sólo me tocaba leer cinco frases, y
a eso le llamaban hacer un “Plan Lector”.
Otro de los temas que pudimos dar en este bloque
fueron los conceptos de <lectura silenciosa> y <lectura expresiva>
y las diferencias que había entre esas estrategias lectoras. Dentro de la
lectura silenciosa, cabe mencionar la mejora del comportamiento lector del niño
en cuanto a que:
a) Permite que se lea una gran variedad de textos,
de acuerdo a los intereses de los niños.
b) Significa un esfuerzo menor que permite
concentrarse en la comprensión.
c) Elimina tensiones al no haber juicio público de
sus habilidades lectoras o de comprensión (como sí ocurre en la lectura oral
pública).
d) Permite que el niño respete y adecue su lectura a
sus propios ritmos.
e) Acostumbra al estudiante a utilizar la lectura
como método de estudio.
f) Elimina mediatizadores externos tales como pronunciación,
altura y timbre de voz, preocupación por el auditorio, evaluación del docente,
etc.)
g) Pone en práctica las técnicas de lectura
enseñadas previamente.
h) Mejora la ortografía de palabras usuales al
verlas y leerlas bien escritas en forma permanente.
Pero, con todas estas ventajas, a mí, particularmente
me gusta mucho más la lectura expresiva. De hecho muy pocas veces he leído de
manera silenciosa porque siento que no estoy haciéndolo bien. Me quedo con la
lectura expresiva ya que es un recurso excelente para desarrollar destrezas
propias del discurso oral en nuestros discentes.
Es una buena estrategia para enseñar a marcar las
pausas, el ritmo y la musicalidad que tiene cada texto. Otra ventaja que
podemos aprovechar es que contribuye a que nuestros chavales sean buenos
oradores por medio del manejo adecuado del dominio escénico, la empatía y la
dicción que darán mayor elegancia y comprensibilidad al texto.
Otro aspecto que se puede lograr a través de la
lectura expresiva es el buen manejo de los elementos paralingüísticos que son
parte del acto de leer. Entre estos elementos están la expresión corporal, los
gestos faciales, el timbre y el tono, etc., que bien usados dan personalidad y
buen estilo al lector. En pocas palabras podemos lograr que nuestros discentes
sean buenos actores de la lectura.
Otras de las virtudes de la lectura expresiva es que
sirve de deleite tanto al que lee como al que escucha. Es un elemento
socializador de conocimientos compartidos entre alumnos y docentes, donde habrá
confrontaciones, discusiones y ponderaciones que son necesarias en el proceso
enseñanza-aprendizaje para conseguir llegar a conclusiones y
conceptualizaciones colectivas que harán de nuestra práctica docente una
actividad innovadora.
Es de vital importancia que los docentes hagamos de
la lectura expresiva una práctica sistemática y contínua, que no sólo sea tarea
del maestro de lengua española sino de los docentes de todas las áreas que
conforman nuestro currículo.
El fomento de la lectura expresiva como práctica
diaria contribuirá a formar alumnos con
mayores competencias comunicativas, específicamente expresivas que lo harán
buenos expositores de sus ideas y pensamientos, aumenta la autoestima y
despierta el interés por el texto escrito.
Lo que yo pude ver en las prácticas fue la
combinación de ambas estrategias de lectura en el aula. Por un lado, todos los
días por la mañana, la maestra mandaba leer en voz alta; y a la hora de
realizar ejercicios, los discentes que terminasen antes que otros, lo que
hacían era coger uno de los muchos libros de lectura que tenían en su librería
y ponerse a practicar la lectura silenciosa hasta que terminase todo el mundo.
La verdad que es una buena forma de implicar a los niños a realizar ambas
estrategias de lectura y, además, sin perder tiempo de clase.
Como futuro maestro, intentaré trabajar libros de
lectura con mi clase pero, con una pequeña variación; los niños serán los que
elijan el libro que quieran leer y no el maestro. Desde el primer momento les
haré partícipes de lo que vayan a querer leer y sobre todo, sacaré tiempo para
promover en mi clase tanto la lectura oral pública, como la lectura silenciosa.
Vale. Me parece genial que te guste la lectura expresiva, pero tiene el pequeño problema de que no es comprensiva y por eso no cumple el objetivo de leer: comprender.
ResponderEliminarLos conocimientos compartidos solo pueden realizarse si ha habido comprensión previa y esa afirmación de que deleita tanto al que lee como al que escucha... deberías preguntárselo a los niños, a ver si piensan lo mismo.
De todos modos no soy yo quien dice todo esto. Los informes internacionales sobre lectura son públicos y tienen una parte inicial en la que se explica de forma justificada qué debemos entender por competencia lectora.